Alquimia


Así empieza a desarrollarse el embrión de una idea, de la que nacerá después el primitivo espíritu de la Alquimia:  la de "aumentar" el oro, la de conseguir cambiar otros metales en oro... ya que el oro es el metal precioso por naturaleza, el metal noble por naturaleza, y uno de los más codiciados también.

Así empieza a desarrollarse el embrión de una idea, de la que nacerá después el primitivo espíritu de la Alquimia: la de "aumentar" la cantidad de Hombres, la de conseguir trasformar a otros seres en Hombres... ya que el Hombre es el ser preciado por naturaleza, el ser noble por naturaleza, y uno de los más codiciados también.


Paraíso terrenal

Me conmueve pensar que hay un rincón del mundo sobre el que todavía no ha caído la vista ni la razón contaminadas de las humanos. Un escondite para la pureza y la sinfonía de las aves que aún son libres; un lugar donde brota agua que nadie ha visto.

(Nosotros tenemos la consciencia tan arraigada y encerrada en nuestra propia identidad, y somos tan egoístas, que nunca lo veremos, por eso inventamos el paraíso)

Zorro azul

Soy un zorro azul que vive en una granja gris.
Condenado a la muerte por mi color,
detrás de estas rejas de alambres a prueba de mordiscos
no me siento nada de contento con mi color azul.

Oh Dios, ¡yo quiero cambiarme de piel! Quemarme
como un demente hasta descuerarme a mí mismo,
pero mi exuberante y tieso pelo azul se filtra por mi piel.

¡Cómo aúllo! , ¡desesperadamente lanzo alaridos!
igual que las peludas trompetas del Juicio Final
implorando a las estrellas deseando ser libre para siempre
o al menos sacarme esta piel de una vez por todas.

Alguien que paseaba por aquí oyó mi aullido
y lo metió en un máquina grabadora. ¡Qué estúpido!
¡Él no sabe ni siquiera aullar pero seguro
comenzaría a aprender si lo agarran y lo encierran aquí!

Me caí al suelo, moribundo.
Y quien sabe por qué no me morí.
Me vino una depresión como si tuviera mi propio Dachau 
pero ya lo tenía muy claro: jamás escaparía.

Una vez, después de comerme un pescado podrido,
me di cuenta que la jaula estaba entreabierta
y me lancé hacia el abismo
con la imprudencia de un ingenuo cachorro.
Una cascada de perlas lunares pasaron por mis ojos.
¡La luna era un círculo! Y ahí me di cuenta
que el cielo no estaba dividido en segmentos cuadrados
como yo me lo imaginada viviendo dentro de una jaula.

Pedazos de hielo flotantes de Alaska había por todas partes
de los que logré esquivar aún estando enfermo
pero sabiéndome libre algo cambió dentro de mis pulmones
por todas las estrellas que me había tragado.

Hice travesuras, ladré cosas hacia los árboles
que no tenían ningún sentido. Fui yo mismo.
Y hasta la misma brillante nieve tenía miedo
de que yo tuviera un color tan azulado.

Mi madre y mi padre no se amaban
pero se casaron de todas maneras.
Cómo me gustaría encontrar una hembra
con la que pudiera rodar y volar por la nieve.

Ahora me siento cansado. Hay demasiada nieve por todas partes.
No puedo levantar mis pesadas patas.
No he conseguido amigos ni tampoco hembras.
Un niño cautivo es muy débil para ser libre.

El que nació en una jaula sentirá nostalgia por su jaula.
Horrorizado me di cuenta de cuánto la amaba
y el espacio donde me escondían detrás de una reja,
ese lugar que era una industria de pieles, mi tierra natal.

Entonces regresé exhausto y golpeado.
Un poco después la jaula fue sellada
y mi sentimiento de culpa se transformó en rencor
pero el amor me protegió mágicamente contra el odio.

Es cierto, las cosas han cambiado en la granja de pieles.
Acostumbraban a asfixiarnos en sacos.
Ahora nos matan de una manera más moderna,
nos electrocutan. Todo es maravillosamente ordenado aquí. 

Contemplo a la cuidadora que es una muchacha esquimal.
Su mano se posa amigablemente sobre mí.
Sus dedos rascan la parte detrás de mi cuello.
Pero una tristeza parecida a la de Judas hay en sus ojos angélicos.

Ella me cuida de mis enfermedades
y por nada me dejará morir de hambre,
pero yo sé que cuando llegue la hora, implacablemente
ella me traicionará cumpliendo su trabajo.

Con un poco de humedad en sus ojos
ella sacará el collar de mi cuello cantando bajito:
“¡Hay que ser humano con los empleados! En la Oficina
de Ejecuciones del Instituto de la Granja de Pieles.

Me encantaría ser ingenuo como mi padre
pero nací en cautiverio: yo no soy él.

El que me da de comer, me traicionará
El que me cuida como animal doméstico, me matará.

("Soliloquio del zorro azul", Yevgeni Yevtushenko, 1967)


(Obra de Franz Marc: "Zorro azul negruzco", 1911)

Cambio

Como pequeñas termitas demoledoras, algo se me revolvía lentamente en las entrañas y aullaba casi de forma inaudible, como velado por una tela obscura. La mezcla estremecedora de dolor y escozor que produce la separación de la uña y la carne se quedaba corta al lado del frío cortante que producían esas termitas al chocar de súbito con el velo letal que me encerraba y me aislaba del mundo. Parecía que las termitas se comportasen  como los dientes de una ballena.

Más tarde, yo sola fui quemando ese velo embrujado con el fuego que de vez en cuando me daba fuerza para vivir, hasta que conseguí ver lo que significaban las termitas. Son los rayos luminosos del cambio, el despertar, la llave de la consciencia, la voz del mundo, el latido del universo que yo contenía e ignoraba convencida en mis principios.

Con la forma del sonido de un arpa, comencé a oír voces del subsuelo gritando “No vale la pena vivir para desperdiciar la vida”; con la forma del estruendo de un trueno comenzaron a caer voces de las nubes que susurraban “Cambia, Berenice”. No eran sino almas vitales contenidas en seres tan carnales como yo.

Existe un instante en el que lo interno y lo externo se funden, y conseguimos comprender las cosas.

Ahora abandonaré mi letargo y dejaré de hibernar.


Tangencia

En el caso de la esfera perfecta, sólo uno de sus puntos toca el plano, el punto es ínfimo y la esfera es infinita, el punto del plano es ínfimo y el plano es infinito. Se trata de una tangencia maravillosa.



Lo extraño

Que tú estés dentro de mí
y yo esté dentro de ti
es paradójico.
La razón
es
el amor.

Que un ave se desangre
y se ahogue en la impotencia
de no poder volar, cortar el cielo,
es paradójico.
La razón es el hombre que,
sucio, codicioso y ciego,
convierte a la libertad
en cemento
y le da forma
y lo idolatra.

Que el mar tenga pulmones
fríos, agudos, infinitos,
bolsas de muerte,
es paradójico.
La razón es la vida.

Que toda razón sea absurda
es paradójico.
(La razón se desconoce).

Alhambra

Es el palacio del agua, de los símbolos, del tiempo color rojo, del no tiempo, de la piedra fría, de Dios encerrado en un mosaico, y de todas las almas que lo habitaron.




Quiero morir

Quiero lanzarme a un volcán. Todo es complicado, escribir es complicado, escribir bonito es complicado, la gente es complicada, yo soy complicada, la gente hace cosas extrañas, la gente se peina, ¿por qué lo hago yo? yo ni siquiera soy Yo. Estoy harta, yo ni siquiera soy Yo, yo ni siquiera soy Yo, no hacer nada es complicado porque la conciencia es complicada y por eso vivir es complicado. Quiero lanzarme al mar y llenar de sal mi nombre y teñir de rojo los corales y alimentar a los tiburones y que sigan viviendo. Que siga viviendo el mundo cuando yo me vaya, me da igual, el nihilismo es complicado porque para hacer nihilismo hay que hacer cosas complicadas. Mientras que toda la vida es una sinfonía, el paraíso es una sola nota alargada eternamente y yo anhelo esa tranquilidad y esa nada, porque es como salir al espacio y olvidarse del mundo. Estoy harta del mundo, quiero morir y no quiero, estoy harta del mundo, saber que Yo no soy la que escribe me mata, Yo no soy una persona, pero yo quiero serlo y lo soy. Todo es complicado, yo quiero sentir el LSD que nunca he probado en mis venas y que no sea artificial, quiero drogarme con las palabras y con las imágenes, quiero precipitarme a un acantilado puntiagudo. Estoy harta, ¿harta de qué? del plástico de la vida, del plástico que empieza a rodear y a incrustarse en mi alma como un virus,quiero quemarme en los rincones del infierno o en el sol del paraíso, me da igual, pero quiero quemarme, fundir el plástico, limpiar mi espíritu. Quiero mandar a la mierda al mundo y la vida y sus cosas que no me dejan ser Yo. Los conocedores de la vida dicen que decir eso es pecado. Los poetas dicen que es horriblemente feo. No quiero escribir bonito, ni bello, ni feo, ni desagradable, ni nada, quiero pulsar teclas y que aparezcan caracteres. Las personas de plástico son felices y ni me importa. Las personas cuadradas, no sé lo que dicen pero todo lo que dicen es una mentira cuadrada, es decir, adaptable a sus masas cerebrales. Todo es horrible para mí, todo es ceniza y hollín, qué sentido, qué sentido tiene todo, quiero morir sufriendo, quiero morir devorada, quiero morir en paroxismo, quiero morir desgarrada, sangrando, quiero arder.

El beso


El beso es, según el cemento y las paredes, como una flor azul, un monstruo de hielo pegajoso, un precipicio de agujas, la ceniza gélida.

El beso es, según el universo y su sombra, como las flores rojas, la hierba, el pan de oro, el latido del corazón dilatado de los árboles.

Locura ataviada

Exhalación apocalíptica,
solemne invisible,
que el mundo sea anónimo no me importa,
en realidad, tampoco que seas azul, negro, rojo,
infinito,
ni que tu túnica sea de estrellas o sea de ríos,
sólo te imploro:
no arrastres mi espíritu al espejismo mental,
al profundo, insondable, oasis,
a la locura ataviada de perfección.

Sobre el arco iris

Lo inevitable

En el núcleo de la densidad que me conforma,
anida un cuervo contaminado,
se dilata como un fantasma, y me ciega,
me está matando y quiero pensar que no soy yo la carroña que lo nutre,
y que ese mismo pensamiento lo alimenta.





Lo patético




Ha vuelto la sangre de la muerte ha recorrerme y me quería amortajar el cerebro y los ojos. Yo me negaba, pero no dejaba de circular y de hacer el sonido negro del agua de un río como muerto y brillantemente obscuro. "Don't cry"... he comenzado a ordenar a la maldita muerte por mis venas y mis arterias dirigiéndola, como cuando se desatasca un desagüe, hacia el antebrazo. En pleno clímax musical y cuando estaba segura de tener a la muerte encorsetada con cadenas, hundí la hoja afilada e hizo brotar sangre. La muerte se dilataba fuera de mí y ya no podría entrar por mi piel impermeable.

Exorcismo

Me maldigo porque tengo un demonio dentro que me condena a que me devoren los pensamientos y me tienta con el suicidio. También tengo una esfera de luz que hace que, a veces, ame a la gente y que sienta vida. Ahora siento vida, Dios, algún día voy a purificarme y a expulsar yo sola al demonio que me has dado. Porque no hay más Dios que yo.

Berenice

Mataré

Hasta a los muertos si se te acercan, si se meten en tu cerebro, si los amas.
Y si tengo que ir a la muerte para alcanzarlos, yo voy y los mato con tal de que no ames... a un fantasma.
Yo soy niebla y puedo descuartizar a la niebla. Me duele la cabeza.
NO LA AMES O ME PEGO UN TIRO.

Mar

Sombra azul del desierto,
pulmón de plata,
líquido esqueleto drogado.
(Ataúd del mundo.)

I

A falta de inspiración para crear una primera entrada original y considerando que un poema, así, de súbito es un poco brusco: